El pasado 8 de enero un tiroteo en Tucson (Arizona) sorprendió a Gabrielle Giffords, la congresista demócrata. Resultaron heridas cerca de una veintena de personas, entre ellas, la anteriormente citada. Ésta recibió un disparo en la cabeza que la dejó en estado crítico.
El supuesto asesino fue identificado, se trataba de un joven de 22 años llamado Jared Lee Loughner. La familia del acusado ha hecho una serie de declaraciones en las que condenan la actitud del joven y alegan que no entienden cómo ha llegado a suceder esa matanza: “No entendemos por qué ha pasado esto. Nos gustaría poder cambiar los terribles eventos que ocurrieron el sábado”.
Afortunadamente Rhee, uno de los médicos que están tratando a Giffords, asegura que hay una probabilidad del 101% de que la paciente sobreviva. Aunque continúa en estado crítico la congresista demócrata ya puede respirar por sí misma y se le ha retirado parte de la sedación.
Además los médicos ven como una buena señal que la congresista demócrata intentara quitarse el tubo de respiración. Eso significa que ha reaccionado porque le molesta e indica un mayor nivel de funcionamiento del cerebro.
En el parte médico diario, Rhee informó de que permanecen hospitalizados por el tiroteo cinco pacientes más, tres en estado grave y dos que se encuentran fuera de peligro.
Es increible que a estas alturas de la vida sigan pasando cosas así por fanatismos políticos. Por otro lado, ¿por qué estas cosas suelen pasar en los Estados Unidos? Los americanos son muy dados a los tiroteos, ejemplo de ellos son JFK , John lennon, etc. Una pena...
ResponderEliminarque pena el resto de fallecidos, menos mal que estaba el ayudante a su lado. Me parece un blog muy interesante, animo
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